lunes, 25 de enero de 2010

¿Y el tercer paso?

Como ahora dice Kalimba:
Yo no quería quererte, y no lo pude evitar. Creí poder defenderme pero a mi corazón no lo puedes atar… Yo no sé mi amor que hago buscándote, si te gano pierdo libertad… yo no sé mi amor que hago besándote, si yo no me quiero enamorar.

Pequeño detalle, TOO LITTLE TOO LATE. Es increíble como este sentimiento me hace débil. Me hace manejable. Me hace sentimental. Sensible. Cursi. Pero sobre todas las cosas, me hace estar a tus pies.

Si, los sentimientos son para los débiles. Y es difícil cuando te das cuenta de que eres de los débiles, aunque sepas que eres fuerte en otras cosas. A veces no existe ese maldito equilibrio entre fortaleza y debilidad. A veces sólo somos débiles cuando estamos solos y a veces somos débiles frente a quien no debemos.

A ver qué sucede.

El primer paso es negarlo, HECHO.
El segundo paso es aceptarlo, SOY DÉBIL, aceptado.
¿El tercer paso? Creo que no lo hay...
Simplemente hay que aceptar y vivir con el segundo paso, con esa debilidad.
Con ese sentimiento.
Con ese nombre y ese apellido.
Con esos ojos y esos labios.
Con esa risa y su sonrisa.
Con esa amistad o ruptura incurable.
Con esa frialdad tentativa.
Con ese delirio indebido.
Y ese amor sin sentido,
amor no correspondido,
amor de locuras...


[Canciones inspiracionales para hoy:
Kalimba- No me quiero enamorar.
Coti- Tu nombre
Zoe- Pensando en ti]

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